Resumen:
2019
Amercian Physiological Society
La importancia del eje intestino-cerebro en el mantenimiento de la homeostasis se ha conocido durante mucho tiempo. Sin embargo, los últimos 15 años han visto el surgimiento de la microbiota (los billones de microorganismos dentro y sobre nuestros cuerpos) como uno de los reguladores clave de la función intestino-cerebro y ha llevado a la apreciación de la importancia de un eje microbiota-intestino-cerebro distinto. Este eje está ganando cada vez más fuerza en los campos que investigan las bases biológicas y fisiológicas de los trastornos psiquiátricos, del neurodesarrollo, relacionados con la edad y neurodegenerativos.
cita: John F. Cryan, Kenneth J. O’Riordan, Caitlin S. M. Cowan, Kiran V. Sandhu, Thomaz F. S. Bastiaanssen, Marcus Boehme, Martin G. Codagnone, Sofia Cussotto, Christine Fulling, Anna V. Golubeva, Katherine E. Guzzetta, Minal Jaggar, Caitriona M. Long-Smith, Joshua M. Lyte, Jason A. Martin, Alicia Molinero-Perez, Gerard Moloney, Emanuela Morelli, Enrique Morillas, Rory O’Connor, Joana S. Cruz-Pereira, Veronica L. Peterson, Kieran Rea, Nathaniel L. Ritz, Eoin Sherwin, Simon Spichak, Emily M. Teichman, Marcel van de Wouw, Ana Paula Ventura-Silva, Shauna E. Wallace-Fitzsimons, Niall Hyland, Gerard Clarke, and Timothy G. Dinan
Physiological Reviews 2019 99:4, 1877-2013